lunes, 18 de octubre de 2010

Sobre superficialidad, rencor, amistad y otras finas hierbas.

La vida muchas veces ofrece oportunidades no tan tácitas de poder hacer un flashback. El poder mirar atrás y arrepentirte o sentirte orgulloso de las cosas hechas, es un procesos que a veces no nos damos el tiempo de seguir. Hay veces, si, que conscientemente podemos darnos ese lujo. Para eso, es recomendable que sea acompañado y cómodamente. Esto, porque de seguro habrán escenas rememoradas que ya serán de por si, bastante incómodas de volver a traer al presente. Es bueno tener alguien que te baje de la nube, sea con un “despierta” o con una bofetada, si es que lo otro no es suficiente.

Hay quienes tienen un prejuicio contra los prejuicios. Algunos con el estandarte de “lo esencial es invisible a los ojos”, alegan que el dejarse guiar por las apariencias es un pecado capital. Por un lado desechamos en consciencia a quienes son preocupados por lo físico (superficiales) y alabamos a quienes miran lo que hay dentro de la persona (“no superficiales”). Pues la verdad, la vida y uno que otro libro por ahí, me ha demostrado (siempre en términos personales), que lo de adentro se exterioriza: Lo de afuera es una proyección de tus sentimientos-emociones. De la misma forma que una pena se nota en los ojos, una cirugía plástica hace más segura a una persona. Con esto, quiero llegar a que el concepto de “superficialidad” y “prejuicio” están sobre utilizados de una manera quizás floja.

Con esto no quiero incitar a una ola de rechazos a los bajos y gordos, y una divinización de los altos y delgados (ese tipo de cosas son en muchos casos, genéticas), sino a un trabajo mental un poco mayor respecto del “prejuicio”. No quedarnos con esos detalles que son accesorios de la apariencia física (me refiero a “altura y anchura”), sino a otros que pueden decirnos más de una persona: ¿Qué tan arrugada es la frente? (marcas de expresión: alegría y rabia marcan distintas zonas del rostro), ¿Qué tan encorvada es la espalda? (nivel de seguridad), ¿Sonríe con los labios solamente, o con los ojos? (diferencia una sonrisa fingida de una real), ¿Qué tanto se muerde los labios una persona? (dependiendo del contexto, puede ser ansiedad o ganas de ofender a alguien), etc.

Algunos agradecen el tener buena memoria fotográfica… Creo estar dentro de ellos. Recordar escenas me permite hacer juicios de lo que realmente había detrás de palabras y expresiones. Lo malo: Poco se puede hacer a estas alturas si esas escenas son de tiempo atrás.

También están aquellos que no tienen buena memoria fotográfica ni emocional. Esos que parecieran perdonar cualquier cosa. Esos que me hacen entrar en un dilema: ¿Cómo es posible que haga como si nada hubiese pasado? Vs. ¿Qué importa, si está feliz así?

Un libro que leí hace poco, traía a colación en el inicio de un capítulo, la frase “Todo tiempo pasado fue mejor”, presentándola como errada, aludiendo a las condiciones de vida de décadas anteriores en donde la esperanza de vida era mucho menor. Esa frase puede tener muchas acepciones dependiendo del contexto. Puede ser tan cierta como falsa.

En mi caso, y dentro del mismo contexto, creo que es ambas cosas a la vez.

Para terminar la línea de esta entrada (que es en si, una anti-entrada*), me prometo un capuchino en el Café Montt. Y no solo.


¡Adios, Ilusos!



* Una anti-entrada es para mi, una entrada que no tiene una línea principal y que salta de tema en tema sin respeto por el lector.

jueves, 7 de octubre de 2010

Brainstormeando

Si, hace mucho que no escribo... También sé que parece cliché de mal gusto el hecho de que parta buena parte de las entradas citando la misma idea. Da lo mismo. Al menos, es cierto, ¿no? Me quedo con la idea de que les soy sincero... o quizás les estoy resultando obvio. Que fomedad.

Estoy preocupado desde el lunes pasado... Si, y es porque me pasó algo que generalmente no me pasa un día lunes y menos con mucho sol: Me levanté de muy buen ánimo. Osea, ¿por qué? Y cuando me ponía a pensar en eso, me sonreía. Hasta me sentía un poco estúpido superando la cuota normal. En cualquiera de los casos, al menos la semana se encargó de devolverme al equilibrio: Buenas cosas por un lado y malas por otras. Alegrías por un lado y nostalgia por otro. Quizás estas fechas me ponen un poco melancólico... no lo sé. O no lo quiero saber, quizás. O quizás ya no quiero saberlo... entre todo eso, ciertamente tampoco sé.

Un pecado en contra de todo lo que he sido hasta hace poco: "Estoy siendo más sociable, tolerante y positivo". Quizás la actitud que solía llevar no me llevaba a nada bueno... Lo que se lee generalmente en este blog son descargos negativos, así que quizás sea bueno cambiar un poco. Eso no significa que pondré las cosas rosas ni con colores (no sean imbéciles). De hecho, quizás no haga ni un mísero cambio y olvide todo esta lluvia de ideas mañana al llegar al trabajo (de hecho, es lo más probable), pero al menos aprovecharé de dejarme un mensaje, dado que suelo releer mis propias palabras más de una vez pasados los días. Sírvanse ustedes a no leer lo que no vá dirigido a ustedes:

"No existe Lacuna Inc, mi estimado. Tampoco una lobotomía ambulatoria. Querer es poder y cambiar está en base a un simple dictamen de tu voluntad. La verdad no vas tan mal. Sólo te falta un poco levantar la vista hacia adelante. ¿Madurez? No, creo que ya ha sido suficiente. Y no es que seas un sabio de las buenaventuras de la vida, sino que considerando lo amargado que son algunos viejos, creo que una cuota de infantilismo no te viene mal. No te ha venido mal, al menos ahora último. Siendo objetivos, ni aún cuando antes te restregaban en la cara tu falta de "adultez", era tan necesario esto. Quizás lo necesario era hacer ver a las personas que no era falta de madurez, sino un problema que hasta ahora recién tu empiezas a entender. ¿Problema? Un problema es una situación en la que se presenta la necesidad de cambio... Un problema no necesariamente es malo, para que lo sepas. Si, ya sé que sabes... tu mismo escribiste esto. Y por cierto, y ahora que me detengo a releer... Vuelves a caer en lo mismo, por la mierda! Para un poco y lee más arriba! Deja de escribir ese tipo de imbecilidades, por la mierda! Párate derecho y mira hacia adelante! No me obligues a darte de nalgadas... Mira que si te sacan una foto autonalgueándote, estarás condenado de por vida a ser ... lo que muchos creen que eres".

Listo. Pienso seguir actualizando esto en una periodicidad igual a "cuando me venga la gana".


¡Adios, Ilusos!