Es inevitable esta unión. He llegado a creer que fuerzas ajenas nos han obligado a estar juntos. Sentir sólo tu respiración ya me pone nervioso, a pesar de que actúas como si lo hicieras sin esa intención. Te miro, pero me rehuyes la mirada. Y sólo la mirada, porque tu cuerpo no hace más que acercarse al mío. Te siento y sé que tu también.
No sabes mi nombre. Yo tampoco el tuyo. Pero nos acercamos como si fueramos íntimos de toda la vida. Invades mi espacio, y yo te lo permito. ¿Te han dicho lo suave que es el perfume de tu cabello?
Las palabras sobran. No hay nada que agregar...
Entonces, ¿por qué el de adelante tenía que gritar: "EN EL PARADERO POR FAVOR!"?
No hay comentarios:
Publicar un comentario