viernes, 1 de enero de 2010

Año Nuevo: Mucho más de lo mismo pero con usted más viejo

El Año Nuevo es un concepto que de seguro, le sonará por estos días, al menos claro, que sea un ermitaño. Y de ser así, ni siquiera se preocuparía de leer este blog. Estaría preocupado de como cazar la comida para el siguiente día, que ni siquiera sabe cuál de la semana es. De todas formas, cumplo con decir que es la fiesta que celebra el inicio de un nuevo año. Si, es sorprendente.

Hace aproximadamente 4.000 años atrás, los babilonios fueron los primeros en convertir el Año Nuevo en un ciclo festivo que duraba 11 días y que se celebraba al comienzo de la primavera. Eran una cultura muy dada a lo que es la jarana y celebraba casi cualquier cosa.

Por otro lado, los egipcios celebraban el fin del año con el comienzo de la crecida del río Nilo y la preparación de las tierras para la siembra. Los romanos también hacían coincidir la celebración con la llegada de la primavera y lo festejaban el 25 de marzo. Lamentable por los niños que iban al colegio.


La fecha

La fecha en que se realiza esta celebración en cada uno de los lares de esta pequeña piedra, llamada tierra, depende del tipo de calendario que se acostumbre, siendo la más común la del 1 de enero, fecha según el calendario gregoriano, que fue instaurado por el papa Gregorio XIII en 1582 (se dice que en la tarde). Este se utiliza en la mayoría de los países del mundo, donde el nombre de Cristo tiene algún tipo de significado.

En todo caso, con el pasar de los años y con la expansión de la cultura occidental al resto del mundo durante el siglo XX, el 1 de enero se convirtió en una fecha de carácter universal (si, los extraterrestres igual lo celebrán), incluso en países con sus propias celebraciones de Año Nuevo (por ejemplo China, donde Cristo no es muy conocido).


Las costumbres

En la cultura de Hispanoamérica existe una gran variedad de tradiciones y supersticiones para estas fechas. El beber champán a las 00:00 horas del 1 de enero aún se mantiene como todo un símbolo de celebración del Año Nuevo, o una excusa más para beber alcohol.

Como ya lo habrá vivido, esta fiesta está íntimamente relacionada con la celebración de Nochebuena, Navidad y Hannukah. Debido a la cercanía entre todas estas fiestas es que en gran parte del mundo se considera a la última semana del año como inicio del período de vacaciones, ya sea de invierno (en el Hemisferio Norte) o de verano (en el Hemisferio Sur). Esto claro está, al menos que sea como su servidor, que tiene que trabajar como un esclavo de medio tiempo.

Según la tradición judeo-cristiana, el 1 de enero coincide con la circuncisión de Cristo (al octavo día de su nacimiento), cuando recibe el nombre de Jesús. En algunas partes del mundo, se mantiene el ritual y en nochevieja se hacen asados o barbacoas con los restos de las circuncisiones que se realizan durante diciembre.


Los rituales en Chile

Como Chile es parte de lo que la masa considera como Hispanoamérica, no está ajeno a lo que son las tradiciones y supersticiones para estas fechas. La mayoría de las supersticiones que se llevan a la práctica la noche del 31 de diciembre fueron introducidas por los colonizadores españoles y se arraigaron con más fuerza en la ciudad que en los sectores rurales. Las cábalas que más se realizan en estos lares, sin desconocer las coincidencias con otros paises, son:
  • La tradición de las 12 uvas, que consiste en comer una uva por cada una de las 12 campanadas del reloj que anuncia el fin del día. Idealmente seis verdes y seis moradas.
  • Sentarse y volverse a parar con cada una de las doce campanadas, que se dice que trae matrimonio.
  • Recibir el año nuevo con dinero dentro de los zapatos: trae prosperidad económica (y hongos e infecciones horribles, por cierto).
  • Para tener mucha ropa nueva debes usar la ropa interior al revés. En estos casos, se recomienda no usar colaless.
  • Poner un anillo de oro (o el que simula oro) en la copa de champaña con la que se hará el brindis: te asegurarás que no falte el dinero, y una diarrea espontánea.
  • Cocinar una corvina sin quitarle las escamas, para asegurarse un buen pasar económico (quien la coma tendrá tanta plata como escamas haya comido. De no tener corvina, puede ser excremento de gallina).
  • Encender velas de colores: las azules traen la paz; las amarillas, abundancia; las rojas, pasión; las verdes, salud; las blancas, claridad, y las naranjas, inteligencia. Si enciende una de los colores del arcoiris, atraerá a los Village People.
  • Repetir en voz alta o mentalmente la frase "Voy a ser feliz este año" junto a los doce campanadas. En lo personal, le recomiendo que sea mentalmente al menos que quiera parecer un enfermo.
  • Si sale a la calle, tratar que la primera persona que se vea sea joven, ya que mientras menor sea, mayor será la felicidad. Si usted es como el ermitaño que no lee este blog, de seguro ya sabrá que no está destinado a conocer la felicidad.
  • Sacar las maletas a la puerta de la casa para tener muchos viajes el año que comienza. Mejor aún es dar la vuelta a la manzana arrastrando las maletas y así, no sólo ganará viajes, sino también un gran lumbago.
  • Usar ropa interior amarilla la noche de fin de año, para asegurar felicidad y buenos momentos. Mejor usarla por el revés y cambiarla al derecho despues de medianoche. Mucho mejor si los calzones son regalados. Por cierto, le asegurará una noche sin sexo.
  • Comer una cucharada de lentejas (cocidas idealmente) dentro de los primeros minutos del nuevo año para tener prosperidad.
  • Lavarse las manos con champaña y azúcar para tener dinero y hormigas. A las 12 de la noche, se meten las manos a una fuente con azúcar. Luego se lavan con champaña. Puede repetir el proceso con sus partes íntimas para tener aún más dinero y aún más hormigas.
  • Repartir espigas de trigo es un símbolo de la abundancia. Lo ideal es repartirlas entre todos los asistentes y tambien esparcirlas por la casa. Si usted conoce algo de historia antigua, sabrá que esto no es "tan" chileno.
  • Hacer un muñeco con la ropa vieja. Si se quiere, se le puede poner en el bolsillo una lista con todas las cosas malas del año que quieren eliminarse. Se debe poner en un lugar sin riesgos de incendio. A medianoche se le prende fuego. Si no tiene un muñeco, puede tomar cualquier flaite de su barrio. Con el alcohol en la sangre, arden de forma más graciosa.

Conlcusiones personales

Bueno, ya ha pasado hartas horas de que ha comenzado este nuevo año, y no he hecho nada de los rituales que he mencionado. No me reiré de usted si ha intentado alguno, al menos, claro está, que me cuente. En todo caso, si pude celebrar y cantar un poco grandes éxitos de Deep Purple y Led Zeppelin. De seguro no me asegurará un año con dinero, pero si al menos, empezar con un ánimo mejor que el que me dejó la Navidad. En su caso, le recomiendo hacer lo que le plazca, mientras crea que lo hace a gusto y con provecho. Si quiere contarme su experiencia, hágalo. Quizás edite esta entrada y la agregue dentro de la lista para que así todos los demás lectores y yo, podamos reirnos de lo ilusa que puede llegar a ser la gente

Por cierto, feliz año nuevo.


¡Adios, ilusos!

1 comentario:

Cuello de Pavo dijo...

y, nosotros que yo sepa no tenemos tantas tradiciones, nos juntamos a comer en familia y a esperar hasta las 0:00, igual no me entusiasma mucho la fecha, la pase peleandome con mi familia